Seguro que estas cansado de tener siempre el rincón de la tele atestado de cables para utilizar los diversos dispositivos electrónicos, quedando un espacio nada bonito en comparación con el resto del salón y amontonando múltiples mandos que a veces no sabemos ni para qué equipo es. Como es tradición, IKEA siempre piensa en lo mejor para nuestras casas, pero esta vez se ha lanzado a la piscina y ha creado la Smart TV de UPPLEVA, en la que mobiliario y electrónica se fusionan para acabar con tu frustración.

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Con ella podremos manejar todos los dispositivos con un solo mando, ya que cuenta con la posibilidad de integrar otros equipos electrónicos. Además, el equipo de altavoces, incorporados debajo del televisor, incluye un subwoofer inalámbrico que se integra en cualquier otra parte de tu salón.

Además está pensada para que su estética combine a la perfección con los muebles, ya que el televisor viene integrado en un mueble de diseño natural y sencillo que combina con diferentes estilos del mobiliario del salón, cuyos cajones, estanterías y armarios guardan la misma forma y color del televisor.

Entre sus características destacamos su conexión a Internet, reproductor Blu-ray, entrada para grabador USB, altavoces y radio (integrada en el mobiliario del salón), es de bajo consumo energético, tiene una resolución HD, y la Smart TV está disponible en 24, 32, 40 y 46 pulgadas.

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El proyecto se lanzó por primera vez en abril de 2012 en Milán (Italia), para después exhibirse en más tiendas piloto de otros países como Francia, Polonia y Alemania. Y el pasado 7 de febrero, UPPLEVA aterrizó en las tiendas de IKEA españolas dando a conocer su producto el mismísimo diseñador, Francis Cayoutte, que ha estado durante cinco años trabajando en este práctico y tecnológico proyecto.

Su precio varía dependiendo del tamaño del televisor y su mueble, pero la propuesta más barata viene de un televisor de 24 pulgadas acompañada de una mesa sencilla, cuyo precio es de 350 euros. El mueble con todos sus cajones, armario y estanterías, y acompañados de un televisor de 46 pulgadas, puede tener un precio que ascienda a 2.000 euros.